jueves, 1 de diciembre de 2011

Función Homeostática

Publicado por: Clemencia Cruz Dyachkov. Farmacia U.I.A

Las proteínas en la sangre ayudan a mantener los niveles apropiados de líquidos en el sistema vascular. Las proteínas sanguíneas como la albumina y la globulina son de gran tamaño para salir del lecho capilar hacia los tejidos, por tanto permanecen en los capilares y atraen los líquidos hacia ellas contrarrestando parcialmente la fuerza de la presión sanguínea. Si la dieta no aporta suficiente cantidad para mantener los niveles de proteína en la sangre, los líquidos salen al espacio extravascular y ocasionan edema. (Velásquez, 2006)
Para que las células sobrevivan ante cambios bruscos del medio externo, deben regular las variables del medio interno como el pH, la temperatura, la concentración de sales, el contenido en agua, el contenido en nutrientes, entre otros. En esta labor, cada estructura funcional del organismo coopera en parte para mantener las condiciones homeostáticas del medio interno. (Cuenca, 2006)
La composición del medio interno está sujeta a una constante regulación, de forma que se mantenga dentro de estrechos márgenes. De este modo, cada célula se beneficia en la homeostasis y, a su vez, contribuye al mantenimiento de esta con la parte que le corresponde. Esta interacción proporciona un automatismo continuo, pero si uno o mas de los sistemas funcionales pierden su capacidad de contribuir con la parte correspondiente de su función, sufren todas las células. La disfunción moderada de cualquiera de estos sistemas origina la enfermedad (desorden de la homeostásis), pero la disfunción intensa produce la muerte. (cuenca, 2006)

Las siguientes proteínas plasmáticas tienen función homeostática:

Fibrinógeno y trombina: el fibrinógeno se encuentra en el plasma, es una glicoproteína soluble que forma parte de la etapa final de la cascada de coagulación, ya que por acción de la enzima trombina se transforma en un monómero de fibrina, capaz de polimerizarse para formar la malla del coagulo sanguíneo. (Dalmau)

Albúmina: es el principal componente protéico del plasma y equivale a más o menos la mitad de las proteínas plasmáticas totales. Es la proteína plasmática más pequeña y se sintetiza en el hígado. La  albúmina es responsable de ejercer el gradiente de concentración entre la sangre y el líquido extracelular. Esta presión osmótica sobre la pared de los vasos sanguíneos, llamada presión coloidosmótica, mantiene la proporción correcta del volumen sanguíneo con respecto al volumen del líquido hístico. (Ross, Wojciech, 2008)

Globulina: es una proteína constituyente de la hemoglobina, que tiene capacidad de resistir infecciones, así que ayuda a que no se mantengan en la sangre. (Rodríguez et al)

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